Vol. 62 Núm. 62 (2019): Acoyauh 62 Julio-Diciembre
Hace 25 años se fundó el Centro de Investigación y Docencia (CID) en el estado de Chihuahua, México. Somos una Institución de Nivel Superior, dependiente de los Servicios Educativos del Estado de Chihuahua y de la Secretaría de Educación y Deporte.
Su creación sucede en el contexto de la descentralización educativa del país,así como la necesidad de ofertas de posgrado para los docentes en servicio, que hacía una década se les había indicado lograr, como mínimo, el grado de licenciatura.
De entonces a la fecha, el servicio educativo del Programa de Maestría en Educación se ha llevado a diez y ocho sedes en las localidades donde los docentes han solicitado el servicio, con modalidades que atiende a los docentes en horarios complementarios a su jornada laboral; a la vez, se han realizado diversos
proyectos de investigación sobre la realidad educativa de la entidad. También se ha participado en múltiples eventos académicos de corte local, regional, nacional e internacional, difundiendo y divulgando los resultados de dichos esfuerzos de indagación, además de participar intensamente en el desarrollo de la investigación educativa en el estado.
Los egresados del CID, durante poco más de dos décadas, han participado sin duda en la transformación de la educación en Chihuahua y el país; un número importante de ellos lograron ascensos hacia funciones directivas, de supervisión y de jefaturas de sector; también se reflejó en la asunción a puestos de mayor jerarquía en Servicios Educativos Regionales, a nivel estatal e incluso desde la propia Secretaría de Educación y Deporte.
Hoy el CID está organizado en Cuerpos Académicos, desarrolla proyectos de investigación educativa institucionales vinculados a la docencia; participa en redes de colaboración con otras instituciones y equipos de investigación. Sin duda diez años de organización en Cuerpos Académicos han sido cruciales para dinamizar la vida académica del CID.
Junto con esta forma de organización, en los últimos cinco años, la creación del Doctorado en Ciencias de la Educación se convirtió en otro gran acierto para el impulso de la investigación y la ampliación de la oferta de superación profesional.
De esta manera el CID se consolida contando ahora con más respaldo institucional, edificio propio, plazas de nivel superior y la ampliación de la oferta educativa hacia nuevos posgrados, como las especialidades en proceso.
En los últimos años se ha formado el mayor número de perfiles preferentes en su personal académico y se acreditan ya la participación de cinco académicos en el Sistema Nacional de Investigadores.
Actualmente nos encontramos en el proceso de migrar su revista Acoyauh de la edición impresa a la electrónica, donde se gestionan los estándares formales de los índices internacionales de revistas de este tipo en la web; a la vez se trabaja en la estructuración de un repositorio de producciones de los académicos que laboran en la institución, que estará en línea para su consulta.
Es notorio el cambio sucedido en la sociedad y en el sistema educativo estatal y nacional, definitivamente no son las mismas condiciones que se tenían hace veinte o veinticinco años que en el 2020. Por ejemplo, en el contexto actual en que el CID realiza sus esfuerzos, hay un incremento y diversificación de la oferta
de posgrados; sus formas de titulación son diversas, desde la elaboración de una tesis hasta sistemas de titulación ligera o incluso, automática.
Las reformas educativas han propiciado la apertura mayor de contratación de profesionistas no normalistas para emplearles en el servicio educativo. En otros momentos se ha desestimado la obtención del grado por la realización de capacitaciones en cursos cortos, virtuales y masificados.
También tenemos el advenimiento de los servicios en línea con ofertas de instituciones públicas, sobre todo de empresas privadas nacionales y extranjeras, con la generación de nichos de oportunidad y a la vez de franca competencia, sobre todo en la educación superior A pesar de estas circunstancias, el CID continúa su camino y realiza grandes esfuerzos por trascender en la línea de la superación profesional, así como en la formación de investigadores y la producción de conocimiento útil sobre la realidad educativa.
Expresamos así un reconocimiento a todas las personas que en estos 25 años de vida han colaborado de alguna forma en su fundación, sostenimiento, desarrollo y consolidación de este importante proyecto.
Precisamente, acerca de estos 25 años transcurridos del CID se escribe en este número 62 de la revista Acoyauh nueva época. Esperamos que los textos que aquí se presentan sirvan para propiciar un acercamiento a una valoración justa y pertinente.